Preparación: Poner de víspera los garbanzos en remojo en abundante agua fría. Al día siguiente se
retira el agua y se ponen en una cazuela con abundante agua y sal. Se cuecen hasta
que estén tiernos. Cuando ya estén casi hechos, se agregan las espinacas ya descongeladas
y las patatas peladas y cortadas en dados. Mantener la cocción hasta que las
patatas estén tiernas (unos 12 minutos). Se pone en una sartén el aceite de oliva y el
diente de ajo entero y pelado y se calienta todo a fuego suave para que el ajo se ablande
sin quemarse. Cuando esté a punto, se saca el ajo y se coloca en el mortero. En el
aceite se fríen las rebanadas de pan finas. Una vez hechas, se retiran y se colocan en
el mortero junto con el ajo. Se machaca todo hasta conseguir una pasta muy fina, que
se vierte, junto con el aceite, en el guiso, rectificando el punto de sal. Se cuece el potaje
a fuego suave hasta que el caldo esté ligero. Unos minutos antes de servirlo, se cascan
cuatro huevos encima del guiso, y se los deja cuajar sin que se rompan. Sacar los
huevos y colocar cada uno en un plato hondo. Servir con cuidado el potaje, sin que
se rompan los huevos. ¡BUEN PROVECHO!
|